La frutería de Jesús lleva más de 30 años en marcha.
La Huerta de Sánchez es un negocio familiar que regenta Jesús en el Mercado de Antón Martín. Hace exactamente 32 años, este frutero abrió su primer negocio propio en el Mercado de Maravillas. No tenía familiares fruteros, pero hacía tiempo que trabajaba en otra frutería y el gremio le enamoró. Así que se lio la manta a la cabeza y empezó una saga familiar que ahora continúan su mujer y sus hijos, que siempre están dispuestos a echar una mano.
Aunque él fue el primero, sus padres tuvieron que echarle algún capote al principio. “Me ayudaron sobre todo a comprar la primera furgoneta para el negocio”, recuerda Jesús. “El negocio es cien por cien mío pero mis padres siempre han estado ahí ayudándome, por supuesto”.
“Ahora”, sigue, “mi mujer y mis hijos también se han unido y trabajan aquí; sobre todo mi mujer y mi hija. Mi hijo viene de vez en cuando, cuando hace falta refuerzos. Bueno, y los empleados que algunos llevan ya más de 10 años y que son casi familia”.
Una frutería especializada en hierbas frescas aromáticas y tomates
“Nosotros vendemos mucho a restauración: bares, hoteles, restaurantes… y gracias a eso tenemos siempre productos muy especiales que no se pueden encontrar en otras tiendas”, afirma Jesús.
La Huerta de Sánchez está especializada en hierbas frescas aromáticas y tomates. “Tenemos diariamente unos 10 u 11 tipos diferentes de tomates en el puesto y muchísimas aromáticas: cilantro, perejil, albahaca… y otras más especiales”.
La vida de mercado
“Yo creo”, dice Jesús, “que la vida de mercado no se puede perder. Aquí es distinto que en la calle. En el comercio a pie de calle, la gente pasa porque le viene bien o le pilla de paso, pero muchas veces son gente que va y viene. En un mercado es más de toda la vida. Nosotros tenemos clientes de siempre, de los que llevan viniendo años, mucho de ellos son nietos de clientes antiguos que siguen viniendo, imagínate. Nos sabemos la vida de su familia, lo que les pasa y lo que les deja pasar. Estas cosas no hay que perderlas. Por eso me gusta tanto estar en un mercado y no en la calle”